24 abr 2007 | By: Copijza

Horus

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Simboliza el «trabajo, el obrero, el campesino, el trabajo del campo». Los egipcios lo representaban con una cabeza humana (como signo de inteligencia) y un cuerpo de serpiente (símbolo de la vida). También se le representaba bajo la figura de un niño o bien en brazos de su madre o acostado en un cedazo. En este caso, cerca de él aparecía una serpiente. Las dos figuras eran de oro.

«El cedazo, de la cual
La sabiduría antigua hizo
El símbolo místico de un culto
Purificado. »

El cedazo que sirve para separar la paja del trigo, venía a significar que el iniciado, por sus elevados conocimientos y virtudes, quedaba separado del común de los hombres como la paja del grano; o bien que el hombre debe basarse en la agricultura como Horus en el cedazo. En las ceremonia de iniciación atenienses, tres jovencitas llamadas «Hersé» (la lluvia), «Pandrosas» (rocío) y «Aglaure» (Buen tiempo), llevaban en una cesta al niño y a la serpiente.

Horus, vence con un golpe mortal al monstruo asesino de su padre (Osiris). En la antigua versión del elegido de los nueve hay un niño que viene a reclamar a los masones que acudan a vengar la muerte de su padre (Hiram).

Con la evolución de los emblemas, en las fiestas se cantaba «el hijo de Jehová, el hijo de Dios», pues Osiris de ministro de Dios., como dice Platón, pasó a ser Dios mismo a causa de una palabra que se dirigía a Horus deificado: «oibaché» (mirad nuestro llanto); tomó también el nombre de Baco y se sospecha que los hebreos lo convirtieron en “Moisés” que significa «Salvado de las aguas» y Horus, el hijo de la tierra cubierta por las olas del Nilo durante la inundación periódica, era también el hijo salvado de las aguas.

La imaginación de los poetas, el olvido del significado primitivo, hicieron del emblema del cultivo de los campos, el Dios de las vendimias. Se llamaron «bacantes» o «lloronas» las que seguían la representación de Baco cuyas fiestas, más adelante, se convirtieron en las más relajadas. Las bacantes o mujeres iniciadas en los misterios de Baco, corrían tocando el sistro y gritando «¡Evoa!». El grito de las masonas es «Eva» (vida o serpiente).

Era el recuerdo del significado primitivo de Horus. Cuando Isis tomaba el casco y el escudo, Horus, a veces representado bajo la figura de un joven, a imitación de su madre también se armaba. Así se convirtió en el dios de la guerra. Los antiguos egipcios, el día de las bodas, daban a Horus una antorcha y gritaban «himené» (¡he aquí el esposo!). Así se convirtió en una divinidad especial que presidía las ceremonias nupciales y pasó a llamársele “Eros” (dios del amor), y los poetas, de lo que en origen era una sola divinidad, hicieron dos (Amor e Himeneo1).

Fuente: Diccionario Masónico del Gran Oriente de Francia, Ediciones Obelisco

Notas:
1.- (Del lat. hymenaeus). m. Boda o casamiento.
m. Composición poética en que se celebra un casamiento.