20 abr 2007 | By: Copijza

Poema: El Dios de los masones

El Dios de los masones
Leitmotiv de Colalto


De acuerdo con una orden emanada de los cielos,
Cuando Isis recupera su aderezo,
En el seno de los bosques silenciosos,
Donde el céfiro apenas deja oír un suave murmullo.
En las orillas de los riachuelos que desde los montes,
Acuden a jugar en la pradera,
Es ahí donde mi voz enternecida,
Celebra al Dios de los "Masones".

Allí, todo es sublime y lleno de emoción,
Todo le habla a mi alma atenta,
De miles de pájaros, el tierno canto,
El murmullo líquido de la ola fugitiva,
Hombre, al dios al que todos ascendemos,
Rinde un culto sin imposturas,
Busca sólo en el seno de la naturaleza,
El Dios de los "Masones".

Pero ¿quién hace palpitar mi corazón,
En este boscaje solitario?
Te reconozco, dulce vencedor,
Amor, presente en el cielo, delicias de la tierra;
de mi lira ennoblece los sones,
Cantaré tu dulce imperio,
Que reúne todo cuando se mueve y respira,
Al Dios que adoran los "Masones".

¡Santa y divina humanidad,
Cuántos placeres originas!
¡Qué felicidad tan pura
Me embarga cuando oigo al débil que me implora!
De los dogmas que profesamos,
Conozco el origen inmutable.
Amar, servir, iluminar al prójimo
Es la ley del Dios de los "Masones".

Lejos de nosotros, tramposos y malvados,
Que la tierra desconsolada, alteráis.
Que la dulce paz de los cantos
¡Asciendan hacia la bóveda etérea!
Sumidos en un santo celo, enlacemos
Nuestros corazones con una cadena eterna;
Una unión tan hermosa debe ser bendencida
Por el Dios que adoran los "Masones".

J. Quantin.