—Adonay, tu iniciación fue completa y perfecta.
"Nuestro deber fue el iniciarte en el saber y el osar. Tu deber personal consiste en el hacer y callar.
"No podemos aumentar una sola palabra más a lo que tú sabes ya, ni podemos tampoco enseñarte el deber de obrar y callar... El mundo está ante ti, y en el mundo está tu deber de hacer.
"Ya eres un Creador y Constructor y lo que debes crear tiene que vivir siempre... Eres Dios Padre Pensador que crea. Eres Dios Hijo que recibe. Eres Dios Espíritu Santo que manifiesta.
"Tu cuerpo ya es el canal de
Al terminar estas palabras Aristóteles le besó en la frente mientras le abrazaba con toda ternura.
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