3 abr 2008 | By: Lo mejor para tu pequeño

"El costo de la ignorancia"

por: Ernesto Partida Pedroza

IgnoranciaEs probable que usted nunca se haya preguntado acerca de los altos costos de la ignorancia. Esto es algo que todos deberíamos saber, de ser así, seguramente haríamos algo para no pagar, pero como no lo sabemos, estamos sin saber pagando mucho por nuestra ignorancia.

Hay una enorme cantidad de enfermedades que se originan por nuestra ignorancia de lo que es una buena alimentación. Esta condición nos lleva a tener que acudir a los servicios médicos que están más ocupados en la enfermedad, en lugar de ocuparse de la salud; se tienen que construir los grandes hospitales para dar el servicio, gastándose grandes cantidades de dinero con ello.

Cada enfermo en un hospital representa a otros tantos que dejan de producir algo valioso para generar el bienestar para la población.

Mucho de lo que se gasta en la enfermedad podría invertirse en una educación de calidad y, con ello, no tener tanta enfermedad. De esa manera todos estaríamos produciendo la riqueza.

Gastamos tanto en los efectos de nuestra ignorancia y dejamos de invertir para generar nuestro bienestar... ¿No es esto la peor aberración? Empleamos grandes cantidades de dinero para combatir la inseguridad y la corrupción, las dos hermanas inseparables, y al final de cuentas no logramos el objetivo. Ignoramos que combatir la inseguridad y la corrupción es el camino equivocado y no hay otra evidencia más clara que los pobres resultados.

Nuestra ignorancia no nos permite ver que entre más combatimos estos males, más crecen. ¿Por qué? Simplemente porque ponemos excesiva atención en ellos, existe la ley de atracción (lea el libro: El Secreto) que nos dice que entre más pensemos en algo más lo atraemos.

Lo semejante atrae lo semejante, de tal suerte que si pensamos en el problema de la inseguridad, lo atraemos, y si además pensamos que tanto la inseguridad como la corrupción son problemas que jamás serán resueltos, simplemente estamos creando esa condición y ese acuerdo entre todos y es por eso que se solidifica conforme pasa el tiempo.

El caso es que estamos destinando grandes cantidades de dinero que se convierte en algo tirado a la basura y estamos dejando de invertir en algo que de verdad nos puede ayudar en forma efectiva a hacer que la inseguridad y la corrupción caigan por su propio peso. Me estoy refiriendo, obviamente, a una educación de calidad.

Si hablamos de la pobreza, también podemos ver que hay grandes cantidades de dinero para la política social, que no es otra cosa que subsidiar a la pobreza, con lo cual a nadie se saca de ella, sino simplemente se le mantiene para que no generen conflictos sociales.

Resultan absurdos todos los programas que supuestamente combaten la pobreza, solo la mantienen.

Una educación de calidad enseña a los estudiantes a descubrirse a si mismos, lleva al descubrimiento de los demás y del universo físico, desarrolla las habilidades y los convierte en verdaderos emprendedores y en revolvedores de problemas, no en problemas.

Como se podrá ver, la verdadera solución para los grandes problemas nacionales está en la educación de calidad a todos los niveles. Por desgracia nadie habla de eso. Quienes deberían de moverse en ese sentido están tan abrumados con los mil problemas que prácticamente
no tienen la libertad para pensar en una reforma educativa.

No existe la grandeza en las altas esferas de la política educativa para ver claramente nuestro presente, mucho menos nuestro futuro. Los legisladores están muy lejos de pensar en esta prioridad del país, ellos están cercanos a sus pleitos con el resto de los partidos para
aprovechar sus privilegios, pero eso sí, gastan más que los legisladores del primer mundo.

Los medios de comunicación tienen la oportunidad como nunca antes en la historia de México como para impulsar una reforma educativa a nivel nacional, pero por desgracia solo se ocupan de reseñar de qué manera el país se está cayendo a pedazos. En realidad no les interesa
el país, solo les importa su propia agenda.

Quiero pensar que los medios no saben de qué manera actuar, que no saben cuál es su función como miembros de esta sociedad. Preferiría no pensar que son todos en conjunto una mafia que está confabulada para enriquecerse a costas de la ignorancia del pueblo. Hay quienes
piensan esto, pero prefiero pensar lo primero, y con esto, me doy la oportunidad de invitar a todos mis lectores a que aporten ideas que nos ayuden a impulsar por todos los medios la tan anhelada reforma educativa integral.

Si los medios de comunicación no respondieran a este llamado, quedan las instituciones de educación para impulsar esa reforma. Son muchas las instituciones que realmente tienen interés por dar un buen servicio al país pero no cuentan ni con el personal ni con las ideas innovadoras en el terreno educativo. Necesitamos un gran esfuerzo para romper con la domesticación de la población, solo con esto podremos dar un gran avance.

En este tiempo que nos ha tocado vivir existen todas las herramientas para hacer de nuestros hijos unos verdaderos genios que le den brillo a la humanidad, pero también existen muchos obstáculos que debemos sobrepasar para llegar a crear una gran civilización en México. Lo importante es saber que esa posibilidad existe, lo demás será luchar cada quien desde su trinchera para lograrlo.